15 enero 2008

oh! un tesoro...


Tengo muy mala memoria y hablo demasiado. Y además de todo, hablo con demasiada gente. Así que uno de mis recursos fáciles para escapar de los agujeros negros es inventar nombres para las personas. Casi siempre, motes hiperbólicos ante terceros, y nombres al azar, private jokes o simplemente TÚ, cuando hablo con ellos.

Desde Elchicoquevaadestrozarmeelcorazón todos los tipos se han merecido un mote, un alias, un nick, porque tenían nombres absolutamente anodinos, como de película porno o de texto de ejemplo de un folleto comercial.

Con los temas de conversación me sucede exactamente lo mismo. Como nunca sé qué he hablado con quién, lo pregunto continuamente.

El domingo, tomando un café eterno con 23 me sentí como un personaje de leyenda griega con vida como para extraer moralejas. Él:
...lo paso genial y me encanta estar contigo, pero es un asco pensar que todo lo que ha pasado, lo que yo voy a recordar de hoy, no servirá de nada porque tú lo habrás olvidado mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, eso de que no recuerdas las conversaciones no es del todo cierto, porque has recordado lo que te dijo 23.
Quizás, sin saberlo, retienes sólo lo que de verdad te importa ;-)