23

Hace unas semanas, en un bar.
Chica haciendo tiempo con antiguos compañeros de trabajo para encontrarse con Elchicoquecreequetengoojosdedibujomanga que estaba en una cena de empresa.
Losojosdedibujomanga se cruzan con otros ojos.
Su propietario es sorprendentemente parecido a.
Uncompañero les presenta y después de una hora de conversación interesante, Losojosdedibujomanga se enteran de la edad del interlocutor.
23.
Losojosdedibujomanga se cierran con fuerza.
Cuando vuelve a abrirlos, 23 y ella están juntos y desnudos en su cama.
Son las 9 de la mañana.
“Lo siento 23, sólo tengo café, no puedo prepararte un colacao...”
La chica llega casi dos horas tarde al trabajo.
En su móvil, llamadas y mensajes de Elchicoquecreequetengoojosdedibujomanga, de 23, y de Uncompañero: “enrollarse con alguien que no sabe qué es la bola de cristal es un DONT”.

Zentrada

Y a pesar de Elchicoquecreequetengoojosdedibujomanga, a pesar de Offline 3 y de Offline 5, cuando hace unas semanas en el messenger, Elchicoquecuandohablausaonomatopeyas me dijo “de verdad, no sé cuando pero volveremos a vernos, te lo prometo” en lugar de gritarle:

a) ¿Se puede saber qué te hace pensar que me apetece?
b) Estoy muy ocupada.
c) Soy lesbiana desde el jueves.
d) Me caso la semana que viene.

Contesté simplemente:

Ok.

Medianeras

Un barrio puede determinar la clase de persona que eres.
Y la clase de persona que eres puede determinar el lugar en el que vives.
Mi barrio es un mundo en pequeño. Miles de personas de miles de lugares compartiendo cuatro calles y una forma de pensar.
Y los que vivimos en él, como los trekkies, como los mormones, como los argentinos, aunque estemos fuera de sus fronteras, acabamos siempre juntos.
Offline 3 vive a una calle de mi casa. Offline 5 a cuatro.
En la era de las telecomunicaciones, del teletrabajo y el telepizza es más fácil encontrar a tu vecino en internet que tirando la basura.

Un día apareció en mi buzón de correo el mail que yo quería leer.
Irónico, mordaz y muy inteligente. Offline5 escribía bien y pensaba mejor.
Conocía a mi kiosquero, compraba en el chino de mi calle, tocaba en la banda del camarero del bar de mi edificio, su lugar favorito del barrio era el cuarto de atrás de mi bar favorito del barrio y su casa estaba en mi misma manzana.
Habíamos estado miles de veces el uno junto al otro pero nunca nos habíamos visto.
Así que después de noches enteras chateando a un minuto de distancia. De mensajes desde mi portal. De superar la tentación de abrir la ventana y saludar. De mirar a los desconocidos como si no lo fueran. Después de semanas coincidiendo expresamente en la estación de metro a la misma hora. De comer en los mismos restaurantes. Después de semanas de jugar, se había creado tanta magia que sólo quedaban dos opciones:
ser románticos o ser prácticos.

Yo, por supuesto, escogí la segunda.

normas y costumbres

La segunda noche que pasaba en casa le dije que no me gustaba desayunar con desconocidos. Y aún ahora que ya no lo es, Offline3, se marcha por la mañanas a tomar el café a otra parte.

Maslow

Sólo hay algo peor que acostarse con una tía que tiene la cama llena de peluches: acostarse con un tío que tiene la cama llena de peluches.

Offline4 los colecciona.

También atesora fobias, filias, manías y paranoias.
Aunque su mayor defecto es que las comparte con cualquier desconocido.
Por eso, cuando dijo “me estoy obsesionando contigo” y unas horas después se despertó gritando en mi cama pensé que había llegado el momento en el que la chica se da cuenta de que el chico –además de todo- también colecciona cabezas de mujer que guarda en el congelador entre los guisantes.

Seguramente esta escena es una muy buena razón para desinteresarse por cualquiera, pero a él no debió parecérselo porque utilizó toda su ira para atacarme. Me dijo que esperaba que, de la forma que yo estaba en la punta de su pirámide de interés cuando él para mi no era más que un ladrillo de los cimientos, fuera yo eso mismo para otro.

Y visualicé mi propia pirámide como si fuera una sección de mi cabeza, una pirámide en la que el desinterés de otros hacia mi es tan elemental y necesario para mi supervivencia, como los cereales en la pirámide alimentaria.

Pero bueno, tengo un congelador extremadamente pequeño.

you can save me from madness

No necesitaba que me consolaran, hasta que me abrazó para hacerlo.

conversación telefónica

ÉL: "...qué haces?..."
YO: "...estoy ordenando mi flickr..."
ÉL. "...ordenando tu psique?.."

ni medio llena, ni medio vacía...

El otro día abrí una botella de vino para “una ocasiónespecial” sólo tres días después de haberla comprado.
Me encanta que la ocasiónespecial llegara tan pronto.
Y sobretodo, me encanta que lo que la hizo especial fuera precisamente el vino.
¿Cómo no me había dado cuenta antes?

tojó, tojó...

Hace años, cuando estaba recién llegada a la ciudad en la que vivo, tuve una de esas gripes de fiebre altísima, dolor de huesos y semana en la cama.
Mi familia estaba lejos y apenas conocía a nadie.
Durante varios días estuve malcomiendo de lo que quedaba en la despensa y sintiéndome, además de terriblemente mal, terriblemente vulnerable.

El otro día me desperté con fiebre. Avisé a los del curro de que me quedaba en casa y seguí durmiendo.
A mediodía llegaron mi exnovio, Elmusicoquenuncaescuchalasletrasdelascanciones, y mi excuñado con comida japonesa y una botella de vino blanco. Comimos, bebimos y nos reimos hasta las lágrimas viendo el capítulo piloto de My name is Earl debajo de una manta.
Cuando se marcharon llegó MiamigoR cargado de provisiones para preparar la cena, una estufa y un electrodoméstico extraño para calentar la cama. Cuando íbamos por la segunda botella de vino y el plato de gambas, llegó su chico, MiamigoA, para acompañarnos. Bebimos, comimos y charlamos hasta la madrugada.

A la mañana siguiente, me desperté sin fiebre, pero con unas ganas enormes de acercar el termómetro a la bombilla.

ataque de asma

A pesar de TODO, Elchicoquevaadestrozarmeelcorazón sigue siendo lo único en el mundo –además de la escalera de mi edificio- capaz de cortarme la respiración.

Viéndole, viéndola y pensando en esto con los dientes apretados, ha sonado LA CANCIÓN.

Offline 3 (II parte)

Nunca me han gustado los desconocidos.
Quiero decir que sí, vale, cuando no estoy cansada me encanta charlar con los taxistas o con las abuelas del ambulatorio, pero siempre he odiado charlar con desconocidos cuando sales a tomar una copa. Cuando sabes que –sí, si eres tía te ocurre eso con mucha frecuencia- si te apetece acostarte con él, o con él o con él, vas a conseguirlo.
Es demasiado fácil para que sea divertido.
Con match conseguí superar ese recelo.
Y el otro día, con Offline3, conseguí superar uno aún mayor: conseguí acostarme con alguien –genial, inteligente, interesante- que no me resultaba apetecible.
Y estuvo bien.
Estuvo realmente bien.
Hasta que decidió que –a pesar de vivir en la calle de al lado- prefería quedarse a dormir en mi casa para poder abrazarme y besarme toda la noche.

Es increíble como a veces compartir sexo puede ser menos íntimo que compartir almohada.