Hace algunos años, me acostaba casi todos los días al lado de Elniñoqueleíatebeos. A veces, me despertaba durante la noche y le veía mirándome con los ojos muy abiertos.
Cuando le pregunté, me respondió que, como los animales cuando se sienten en peligro, no podía relajarse teniéndome cerca.
Hace un tiempo que soy yo la que da vueltas en una cama que unas veces está vacía y unas veces llena, pero en la que sólo he conseguido cerrar los ojos teniendo a 23 a mi lado.
Elniño, ha sido durante unos meses mi mantita, mi nana, mi móvil, la mano de mamá y un vaso de leche.
Hoy, en mi cama, vuelvo a contar ovejas.
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