04 agosto 2007

la química y las quimeras


El otro día, mi barrio amaneció lleno de carteles.
De ésos en los que la gente busca un perro o un gato que se ha perdido y que siempre siempre está enfermo y necesita medicación.
Sólo que esta vez, buscaban a una chica.
“¿Te acuerdas? cambiaste una canción de Arcade Fire a hombros por una copa”. Una foto del summercase. Y una dirección: nopesabasnada@yahoo.es

Yo estuve en ese concierto, con el hombro de Elchicoquevaadestrozarmeelcorazón rozando el mío.
Entre él y yo, una loma. Física y emocional.
Entre Lachicadelafoto y Elchicodelcartel, pura química. Del tipo que sea.

Algunos días después del concierto de Arcade Fire, Elchicoquevaadestrozarmeelcorazón me dijo que sentía que no había (que no hubiera) química entre nosotros.
Yo asentí. Y dije algunas mentiras más que pensé que podrían dolerle. Que podrían aliviarme.
Por eso, cuando vi esa foto en blanco y negro, ese texto, ese email, quise escribir preguntando si después de los primeros momentos de violines y fuegos artificiales no se queda un pitido insoportable en el oido.
Si después de esos primeros momentos ya no se discute nunca sobre quién baja la basura.
Pero no lo hice.
Me aterroriza que me contesten que no.
Y que me contesten que sí.

No hay comentarios: