Viernes por la tarde

Mi trabajo tiene muchas cosas buenas. Todos los días es diferente, puedes pasar horas dándole vueltas a cosas a las que ningún ser humano le dedicaría más de cinco minutos, los amigos piensan que no haces nada en todo el día pero te pagan una pasta por eso y tu madre jamás sabrá contarle a nadie a qué te dedicas.
Bueno, eso y que en mi trabajo, los viernes por la tarde no se trabaja.
Anteayer, después de comer decidí empezar mi tarde libre de la semana tomando café en un bar del barrio.
Habré estado allí un máximo de diez veces, y siempre siempre siempre, como si de una sit com se tratara, encuentro en la barra a las mismas personas.

ellos –entre sí-: paralelismos entre Roquefort queso y Roquefort región.
yo –con mi interlocutor, en una mesa-: la cultura urbana, los designer toys, la customización y sus aplicaciones a la publicidad.
ellos –entre sí-: paralelismos entre Camembert queso y Camembert región.
yo –con mi interlocutor, en una mesa-: publicidad y propaganda. ¿es lícito que la primera se apropie del lenguaje de la calle?, ¿es lícito proponerlo?.
ellos –entre sí-: paralelismos entre Brie queso y Brie región.
yo –con mi interlocutor, en una mesa-: próxima edición de ARCO, timos, estafas, atracos en el barrio.
ellos –entre sí-: paralelismos entre Cabrales queso y Cabrales región.
yo –con mi interlocutor, en una mesa-: vecinos, bares, restaurantes, obras de rehabilitación, nuevos colectivos artísticos del barrio.
ellos –entre sí-: paralelismos entre Gouda queso y Gouda ciudad.
yo –con mi interlocutor, en una mesa-: gestión cultural, obras sociales, la casaencendida...
ellos –entre sí-: paralelismos entre Cheddar queso y Cheddar región...

No puedo esperar al café del próximo viernes. Ése que me voy a tomar en la barra.