30 enero 2007

espejito, espejito...


Algunos de los niños, chicos, tipos y hombres que me han querido, los que no eran de paso, se han llevado un trozo de mi y también han dejado su huella. Aunque me hayan querido poco. Aunque me hayan querido mal.
Y es en esa muestra de personas tan incoherente, tan heterogénea, donde sumando uno más uno más uno más uno todas las partes de ese yo que apreciaron, consigo verme con otros ojos y quererme a través de ellos.
Algo que en definitiva, sea cual sea el resultado, sigue pareciéndome jodidamente triste.

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