Cuando no tienes opciones, cuando no tienes recursos para defenderte de lo que te ataca, de lo que te duele, te aferras a cualquier arma que pueda hacer daño.
La mía es la amabilidad. El cariño. La simpatía. La garantía de que no hay nada que hiera más que hacer daño a los que te quieren.
Sólo espero que en ningún momento me acabe explotando en las manos.
5 comentarios:
Hacer daño deliberadamente no puede traer nada bueno...
You're going to reap just what you sow.
...¿y qué sembré entonces para cosechar lo que estoy cosechando?...
Yo lo que no sé es qué coño haces comprando fruta en el Champion... Ya sé, parece que me he equivocado de post, pero no...
Si un tío te contase que le pasa lo que a tí, no pensarías que tiene algo de culpa ? (de donde sacas esas tias ! sera con las que te lias tu ! algo habras hecho !)
Creo que la mejor arma no es mostrar una amabilidad y una simpatía inmerecidas; el gran arma, en mi opinión, es la indiferencia.
Hay que demostrar grandes dotes de actriz/actor, hay que mentalizarse y autoconvencerse; es complicado, pero es posible y funciona.
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