indesear lo deseable

¿por qué quiero sin querer y cuando me doy cuenta siento la terrible necesidad de salir corriendo? si contabilizáramos las carreras de mis últimos meses escapando de compromisos, obligaciones, deseos que ya no son, muestras de afecto, intimidad o cariño podría dar la vuelta al mundo por lo menos cinco veces.

Calor de holgar

Amor de madre. Caliente como una manta, como las zapatillas de andar por casa. Ésas con las que sólo algunos salen a la calle. Los que pasean a sus perros. Los locos y los que tiran la basura. Un amor tan redondo, tan opresivo, tan asfixiante como la ropa de invierno en otoño: tienes ganas de volver a ponértela pero cuando la llevas necesitas -varias veces al día- poder quitártela de encima.

el malquerido malquiere.

Yo lo desaprendí de mi abuela y lo aprendí de mi madre.

bajo mi ventana

La gente viene a gritar bajo mi ventana. a cantar. a beber. a reirse. a hacer tanto ruido que mis pensamientos rebotan como una pelota de ping pong en un frontón vacío.
Y quiero darle las gracias, la gente viene a vivir bajo mi casa para demostrarme que existe la vida.

aniversarios

Hoy, quince meses después, has salido de mi vida para siempre.
Sin decir adiós.
Sin ser amable.
Sin querer.
Sin nada.
Hoy, te has marchado como llegaste.

el país de las maravillas

Toda mi vida está centrifugando.

...

hace meses que no me escucho. Que hablo sólo a los demás pero no me digo nada a mi misma. Hace meses que me he obligado a estar en silencio. A no escribir. A no pensar. A no sentir.
Y ahora que quiero hacerlo de nuevo, me doy cuenta de que se me ha olvidado cómo era.