09 febrero 2008
el pan de cada día
Ayer fui a víctimasdelceluloide para comprar unos regalos. Cuando más de una hora después de entrar conseguí escapar de la conversación del dueño de la tienda, pensé que saldría a la calle en otra dimensión espacio-tiempo. Que todos mis amigos, familiares y conocidos estarían muertos. Que la gente llevaría monos plateados y naves espaciales.
Pero no.
Elbardesiempre seguía donde siempre. MiamigaAta dejó otra frase para recordar (“estoy trabajando tanto que se me duerme el chumino”) y MiamigaMe siguió hablando de su wii. Hoy, mi casa sigue pareciendo un rastrillo de parroquia, Gómez sigue mordiéndome los tobillos y 23 sigue en el extraBarrio pensando solamente en sus exámenes.
A veces la realidad es realmente tranquilizadora.
1 comentario:
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no estés tan segura,
porque alguien
ha tomado (prestada) esta foto
para linkearla acá
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