24 marzo 2007

tengo tengo tengo...



Mimejoramiga T ha conocido al amor de su vida, se ha casado con él, han compartido amigos comunes, aficiones y paseos. Han tenido dos hijos –uno biológico, otro adoptado- y han roto para siempre. Todo en un plazo de 15 días.
Él es ese vestido que te compras por impulso, sin probar y que devuelves a la tienda antes de que caduque el tiquet de compra.


Mimejoramiga S encontró el amor cuando empezó a buscar otras cosas. Ahora tiene un traje negro y caro que le sienta bien y combina con todo.


Mimejoramiga A siempre tiene al lado un amor de mercadillo. LLamativo y brillante. Con strass, lavado a la piedra, serigrafía, colores fluorescentes, bordados y mensajes que sólo hacen gracia al que los lleva.


Elargentinoquefingequenoloes se ha clavado por unas zapatillas que vio en un escaparate. Ahorrará durante meses para comprarlas, y cuando las consiga, inmediatamente, se enamorará de cualquier otra cosa.


Miamiga Y lleva un pañuelo de su abuela abrazado al cuello. Casi siempre le da calor, pero a veces la asfixia.


Elchicoqueleíatebeos sale a la calle en zapatillas de andar por casa. La lana está llena de pelotillas y el estampado es de cuadros escoceses, ésas son sus dos grandes razones para quererlas.


Mihermano estrena traje. Y aunque los zapatos nuevos son perfectos, sabe que cuando tenga que quitárselos necesitará tiritas para cubrirse todas las rozaduras.


Yyo, les tengo a ellos, pero sobretodo tengo tengo tengo un altillo lleno de cajas de ropa vieja que por alguna razón extraña me he empeñado en desempolvar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por qué actuamos así, por nosotros o por lo que piensen los demás? o simplemente para que a traves de las rozaduras nos demos cuenta de que aún estamos vivos?