26 marzo 2007

¿Por qué unos se quedan...




¿Por qué –a pesar de estos siete meses de primavera, de mis dos balcones a la puesta de sol, mis amigos, mi amigo, mi otro amigo, mi otro amigo, mi otro amigo, mi otro amigo, mi otro amigo, a pesar de mi trabajo, mi armario del baño, los libros que dejé, mi casita nueva y mi oficina vieja, mi suelo de terrazo, a pesar de mis ventanas ciegas, mis ojos ciegos, a pesar del cebrano, de la música pop, de la cama en diagonal, del plástico fantástico, de las cañas y los vinos cada noche, a pesar del sexo como fin, del tiempo para mi, de no esperar respuesta a llamadas inesperadas, a pesar de los desayunos en la cama, y las comidas, y las cenas- he olvidado las razones por las que le odiaba, pero no las razones por las que le quería?

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