13 octubre 2007

afortunada


Todo el mundo tiene una lista de al menos diez MUST que nunca faltan en su depensa.
En la mía siempre hay repuesto de tallarines, tomate frito, atún, sésamo, arroz, anchoas, sacarinas y galletas chinas de la fortuna.
Hubo un tiempo en que a éstas últimas las devoraba compulsivamente hasta el punto de convertirme en el blanco de todas las ironías de mis amigos. Y aunque nunca supe si me había convertido en adicta a su sabor o a sus mensajes, sigo desayunando una todas las mañanas.

Un hábito que debería cambiar, porque ya van demasiados días que me descubro actuando para darle la razón a una galleta.

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