
Cuando era niña me aterorizaban las grandes superficies porque pensaba que en cualquier momento podía girarme y darme cuenta de que mis padres no estaban allí.
Hoy hago recuento de lo que he perdido en los tres últimos meses (una pareja, un amante, una amiga de la infancia, a mi mejor amigo) y me siento exactamente así, esperando a que suene mi nombre por megafonía.
Hoy hago recuento de lo que he perdido en los tres últimos meses (una pareja, un amante, una amiga de la infancia, a mi mejor amigo) y me siento exactamente así, esperando a que suene mi nombre por megafonía.